Cuando consumimos estamos eligiendo los productos y servicios en base a unos criterios, en función de cuales apliquemos así se puede definir que tipo de consumidor somos. Si ademas de tener en cuenta la calidad y el precio, contemplamos el impacto ambiental, social y la conducta de la empresa que lo elabora o suministra, estaremos haciendo un "CONSUMO RESPONSABLE".
Pero este consumo responsable debe ser realizado de forma que consumamos sólo lo que necesitamos. Si se derrocha el producto o servicio, supone que esa compra que hemos realizado, no ha dado lugar a un consumo responsable.
El concepto de consumo responsable aparece en los países desarrollados como una respuesta al consumismo que realizamos, es decir al estilo de vida de "usar y tirar" existente en nuestra sociedad. Que como estamos viendo influye a nivel global tanto socioeconómicamente como cultural. La disminución de recursos naturales, la generación de vertederos, la sobreproducción, disminución o degradación de espacios naturales ..., son algunos de los problemas que este estilo de vida está generando.
En 1992 en la conferencia sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo que se celebró en Rio de Janeiro se establecieron los conceptos de consumo y producción sostenible. Y desde entonces se han ido realizando pasos lentamente para ir modificando nuestro consumo así como para concienciarnos en ser más responsables en el consumo que realizamos. Se han realizado reglamentos: de eficiencia energética para electrodomésticos, para el etiquetado, para el envasado de productos, ... . Para que este proceso sea eficaz es necesaria la intervención política y una gestión integrada del consumo y de la producción.
Sabiendo que nuestro planeta es limitado, debemos utilizar indicadores para saber como impactamos. Hay dos indicadores, que su suma nos da información de la gestión eficiente en todo el proceso:
- El total de materiales requeridos: la suma de todos los recursos utilizados para realizarlo, como energía, agua, materia prima....
- La mochila ecológica: es el impacto que ha causado su producción y consumo, así como suelo contaminado, erosionado, contaminación atmosférica....
Vamos a poner un ejemplo sencillo y de un producto que todos tenemos, "EL MÓVIL". Este aparato nos hemos acostumbrado a renovar con cierta frecuencia para tener las últimas novedades que los fabricantes nos proporcionan sin tener a veces necesidades de ellas. Este aparato tiene un peso de unos 80 gr y tiene una mochila ecológica de más de 70 kg. Su mochila ecológica debido a su producción, el consumo que conlleva su uso y sobretodo la contaminación que genera cuando lo desechamos es 800 veces el peso del móvil. Increíble verdad!!
Las empresas y sobretodo los ciudadanos podemos hacer que nuestro entorno, sociedad, economía... cambie si hacemos un "Consumo responsable".